Descubre las ventajas de utilizar nuestros recursos educativos en Tibabita Orienta. Te ayudamos a conocerte mejor y a explorar tus opciones vocacionales, brindándote las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas sobre tu futuro.
Queridos padres del Liceo Psicopedagógico Tibabita, llegamos a ese punto crucial en el sendero de nuestros hijos, ese instante donde el horizonte se bifurca y la pregunta por el “¿qué sigue?” resuena con fuerza en sus jóvenes corazones. La elección vocacional, esa decisión que a menudo sentimos como un peso en nuestros hombros y proyectamos, quizás sin querer, sobre los suyos. Pero, detengámonos un instante para reflexionar: ¿es este un momento de imposición o de acompañamiento? ¿De nuestras expectativas o de su libre albedrío?
Como bien nos recuerda la experiencia en orientación vocacional plasmada en las páginas que hoy nos convocan, este proceso es profundamente personal, un viaje que va de lo interno a lo externo, del autoconocimiento a la exploración del mundo profesional. Nuestros hijos, inmersos en la turbulenta pero fascinante etapa de la adolescencia, se enfrentan a una metamorfosis constante, donde su identidad se moldea entre dudas, certezas efímeras y la búsqueda de su lugar en el mundo.
Pretender dirigir su vuelo, señalarles un camino preestablecido, basado en nuestras propias aspiraciones o en un anhelo de seguridad económica que entendemos para ellos, puede ser un error de cálculo con consecuencias profundas. Tal como lo advierte Eva Marcuschamer, en ese momento de incertidumbre, algunos adolescentes pueden tomar decisiones apresuradas, eligiendo la carrera del amigo, la que estudió el padre, o la más corta, simplemente por salir del paso ante la presión. ¿Queremos eso para nuestros hijos? ¿Una decisión parche, carente de convicción genuina?
La orientación vocacional clínica, como nos ilumina Rodolfo Bohoslavsky, nos invita a una comprensión más profunda de este proceso. No se trata solo de llenar formularios o descubrir aptitudes superficiales, sino de explorar el complejo mundo interno de nuestros jóvenes. Sus intereses, habilidades y valores son la brújula que debe guiar su elección, no nuestros miedos o deseos postergados.
Es natural que como padres sintamos ansiedad ante lo desconocido, que nos preocupemos por su futuro. Pero esa preocupación no debe transformarse en una presión asfixiante que anule su capacidad de reflexión autónoma. La toma de decisiones requiere tiempo, esfuerzo y una guía que facilite la tarea, como bien se señala en las fuentes. Pero esa guía debe ser un faro que ilumine diversas rutas, no una soga que los arrastre por un sendero ajeno.
Recordemos que la adolescencia es un periodo de confusión natural, donde se entremezclan lo infantil y lo adulto, las dudas y las primeras certezas. Permitámosles experimentar esa confusión como un espacio de autoconocimiento, donde puedan descubrir dentro de sí aspectos importantes que les ayuden a elegir. Forzar una decisión prematura, motivada por nuestra urgencia, puede llevarlos a equivocar su elección por no saber quiénes son ni qué quieren de su futuro.
Nuestro papel, entonces, es el de acompañantes respetuosos en este viaje. Ofrecerles un espacio de diálogo abierto donde puedan expresar sus dudas, temores y anhelos sin sentirse juzgados. Ayudarlos a conocerse a sí mismos, a identificar sus intereses genuinos, a reconocer sus habilidades y a clarificar sus valores. Podemos facilitarles el acceso a información sobre diversas opciones profesionales, pero la última palabra, la elección trascendental, debe ser suya.
Como padres, hemos de entender que nuestros hijos están construyendo su propia identidad. La elección de una ocupación es una pieza fundamental en esa construcción. Imponerles una carrera es, en cierto modo, negarles la posibilidad de forjar un proyecto de vida auténtico, basado en sus propias motivaciones y aspiraciones.
El miedo a la pérdida también juega un papel importante en este proceso, tanto para ellos (dejar atrás la seguridad de la escuela, los amigos) como para nosotros (verlos emprender un camino propio, quizás diferente al que imaginamos). Reconocer estas emociones, tanto las suyas como las nuestras, es crucial para transitar este momento con empatía y comprensión.
En este camino, las instituciones educativas, como el Liceo Psicopedagógico Tibabita, son un apoyo indispensable, ofreciendo herramientas y espacios de reflexión para guiar a los estudiantes. Pero ese trabajo debe complementarse con un hogar que sea un puerto seguro, un espacio donde la elección vocacional sea un tema de conversación abierta y respetuosa, no de imposición silenciosa o presión manifiesta.
Permitamos que nuestros hijos exploren, que se equivoquen, que duden. Recordemos que cada decisión, incluso la elección de un amigo, forma parte de la construcción de su personalidad. Confiemos en su capacidad para encontrar su propio camino, para elegir libremente la manera de volar y el rumbo que los lleve a una vida plena y significativa. Nuestro rol no es señalar el destino, sino asegurarnos de que sus alas estén fuertes para emprender su propio vuelo.
En esta página encontrarás información actualizada sobre Tibabita Orienta recursos educativos para la orientación vocacional, ayudando a los estudiantes a conocerse mejor y explorar sus opciones profesionales. Nuestra misión es brindar las mejores herramientas y soluciones que facilitan el autoconocimiento y la exploración vocacional.